``Probablemente habrás oído hablar sobre prohormonas y
prohormonales si has estado prestando la más mínima atención al mundo de los
deportes en los últimos años. Están vinculados a diversos gigantes del béisbol,
especialmente Barry Bonds, Mark McGwire, Alex Rodríguez y recientemente, Manny
Ramírez. Los bateadores más poderosos y famosos como José Canseco reveló en sus
libros, tomando lo que son clasificados como compuestos anabólicos-androgénicos
mediante inyección, crema o ingestión oral. Y mientras la mayoría del público
asocia esos compuestos con “esteroides”, hay otro mundo detrás de la
suplementación androgénica. Vendidos como estimulantes “naturales” de la
testosterona, esos suplementos son producidos a partir de hierbas y dicen tener
resultados comparables a los esteroides anabolizantes, sin sus horribles
efectos colaterales. Eso es lo que los treintañeros usarán para obtener un
impulso extra en su entrenamiento, cuando la edad ya no está más de su lado; o
lo que el flaco adolescente de la escuela secundaria puede fácilmente recurrir
para lograr el peso para el equipo de fútbol. Aunque esté prohibido en
competiciones y deportes profesionales, están disponibles para el público
general. Una rápida búsqueda en el Google por suplementos de testosterona
enseña más de 10 millones de resultados con lo que parece una lista
interminable de productos “naturales” y sus críticas entusiastas.
Suplementos
androgénicos naturales Los androgénicos son hormonas esteroides que pueden o no
ser también anabólicas (actuando sobre la construcción muscular) en la
naturaleza. Los esteroides funcionan generalmente por dos vías principales:
Carga androgénica: en el desarrollo de las características sexuales
(crecimiento del pelo, aumento en el tamaño de las cuerdas vocales, aumento en
la espermatogénesis y aumento del apetito sexual); Carga anabólica: en el
desarrollo de la fuerza y masa muscular. Los suplementos androgénicos
naturales, sin embargo, tratan de imitar las propiedades inherentes de tales
moléculas utilizando combinaciones de hierbas y vitaminas. Muchos de esos suplementos
hoy son comúnmente hechos de hierbas -como el tribulus terrestris- y también
producidos a través de una combinación de minerales y vitaminas, como el ZMA
(zinc, magnesio y vitamina B6). El fabricante de esos productos afirma que,
combinados con un entrenamiento de fuerza, tomar esos suplementos “naturales”
aumentará la fuerza, la masa muscular y mejorará la recuperación. Debido a que
contienen ingredientes “naturales”, ellos pueden ser vendidos como suplementos
dietéticos y puestos a disposición en el mostrador. Como punto de aclaración,
los suplementos naturales son derivados de extractos de plantas y hierbas,
mientras los suplementos de testosterona sintética son producidos en
laboratorios y más comúnmente llamados “esteroides”.
Tribulus terrestris
es una hierba que crece en los Estados Unidos y Mexico. Se ha afirmado que
aumenta los niveles de testosterona en la sangre, ayudando en la liberación de
una hormona de señalización (hormona luteinizante o LH), liberada por la
glándula pituitaria, que viaja a los testículos para estimular una mayor
producción de testosterona. Otro popular suplemento androgénico es el ZMA (zinc
monomethionina aspartato y magnesio aspartato) que contiene una combinación de
zinc, magnesio y vitamina B6. Las reivindicaciones alrededor del ZMA incluyen
que el zinc y el magnesio pueden aumentar los niveles de insulina como factor
de crecimiento (IGF-1) y que el zinc puede contribuir a aumentar los niveles de
testosterona circulando en la sangre. El IGF-1 también es producido por el
cuerpo y tiene potentes efectos anabólicos. Debido a que muchos de esos
suplementos son derivados de plantas y hierbas, se han reportado pocos efectos
secundarios importantes. Sin embargo, hacen falta más investigaciones para
confirmar la ausencia o la presencia de dichos efectos ergogénicos.
Prohormonales
Testosterona es derivada de la androstenediona, también
llamada “Andro”, lo que significa que Andro actúa como una prohormona que
finalmente se convierte en testosterona. Curiosamente, la testosterona actúa
como un precursor para la formación de estrógeno. Piense en esa analogía útil:
¿recuerdas esas muñecas rusas de animación de madera, las que se abren para
revelar otra muñeca más pequeña, idéntica? ¿Y se abren continuamente hasta
encontrar la última pieza enterrada profundamente dentro? Piensa en los
androgénicos como una de esas capas y, cuándo abre esa pieza, la testosterona
es la capa directamente abajo y el estrógeno es la capa siguiente. Las
prohormonas tienen poca o ninguna función biológica en sí mismas. Sin embargo,
con las enzimas correctas presentes, el cuerpo puede convertirlas en hormonas
funcionales. Por ejemplo, la androstenediona puede ser convertida por el cuerpo
en testosterona. Y así, mientras Andro puede no tener efectos en su forma
natural, una vez que se convierte, imitará los efectos de la testosterona. Ese
es el “pensamiento común” que impulsa el uso de Andro hasta nuestros días. Sin
embargo, una complicación a menudo pasada por alto es que cuando se toma Andro
exógeno (en forma de suplemento), se convierte en estrógeno en lugar de
testosterona, ¡lo que no ayudará en tu figura varonil! y cuestiona el uso de
suplementos de Andro para el crecimiento muscular.
Los estudios detrás de los
suplementos
Si bien aún existe un
gran debate en torno a la naturaleza jurídica, efectos secundarios y ocurrencia
en los deportes, la pregunta básica que todavía debe ser contestada es: “¿Esos
suplementos androgénicos en realidad aumentan la masa muscular?” Aunque varios
estudios hayan examinado los efectos de la suplementación con prohormona y
también la eficacia de los suplementos “naturales”, todavía hace falta mucha
investigación para obtener conclusiones definitivas. Un estudio publicado en
2000 investigó los efectos del tribulus terrestris, tanto en la composición
corporal como en el rendimiento deportivo. Los investigadores tomaron 15
culturistas recreativos sanos con edades entre 18 y 35 años, y los dividieron
en 2 grupos: a un grupo se le asignó tribulus terrestris y el otro grupo
recibió un placebo. Al final del programa de levantamiento de pesas de 8
semanas, los investigadores encontraron que el tribulus terrestris no dio
resultado, ya sea en ganancia de peso o aumento en la masa muscular. Otro
estudio de 2007 confirmó los hallazgos originales y también fue en contra del
orgulloso lema de los fabricantes y no reportó ganancias en fuerza o masa
muscular magra. Mientras la publicidad en internet es inmensa con respecto a
suplementos ZMA, una reciente investigación de la Universidad de Baylor reportó
apenas ligera elevación en los niveles sanguíneos de zinc. Por lo demás, no
hubo mejoras significativas en cuanto a fuerza o composición corporal. La
androstenediona es la prohormona más notoria. 100 mg de Andro es la dosis más
frecuentemente sugerida por los fabricantes, pero numerosas investigaciones
científicas han invalidado la afirmación de que esa dosis provoque aumentos en
los niveles sanguíneos de testosterona. Un estudio realizado en 2001 concluyó
que 300 mg de Andro provocaron un pequeño aumento de testosterona sérica (34%)
en las 8 horas después de la toma; pero los niveles de testosterona estaban
todavía dentro del rango fisiológico normal. Es de destacar que esa misma dosis
de andro resultó en un aumento de 128% de estradiol. ¿Por qué son importantes
esas estadísticas? Porque si el atleta tiene que tomar 3 veces la dosis
recomendada para notar los efectos prometidos, los posibles efectos secundarios
agudos y crónicos serán mucho más peligrosos. Entre los factores de riesgo
reportados están un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV),
cáncer, insuficiencia hepática, hepatitis y retraso en el crecimiento (si se
toma durante la infancia). Las estudios no son concluyentes, y muchas veces no
hay un aumento en la testosterona o en el tamaño muscular o en la fuerza.
Encima, se ha reportado una disminución significativa del colesterol HDL
(colesterol bueno). La investigación muestra que el Andro se convierte en
estrógeno en lugar de testosterona. Así que parece que cuando se consume un suplemento
Andro, el cuerpo prefiere metabolizarlo como estrógeno en lugar de
testosterona, fastidiando el propósito del suplemento.
La última palabra sobre los
suplementos androgénicos naturales
Muchos estudios deben realizarse todavía sobre los efectos crónicos
y agudos de suplementos naturales y prohormonas. Anecdóticamente, muchas ratas
de gimnasio y culturistas juran por esos productos y su eficacia. Sin embargo,
parece que muchos suplementos naturales no cumplen con las afirmaciones de su
fabricante, y se deben tomar con cautela. La investigación continua avanzando
y, quién sabe, quizás un día tengamos la tan esquiva píldora mágica del
músculo. Hasta entonces, haz una buena dieta y un programa de entrenamiento, y
yo apuesto a que la píldora mágica del músculo estará dentro.´´
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